El 15 de diciembre de 2020, QU Dongyu, Director General de la FAO, inauguró el Año Internacional de las Frutas y Hortalizas (IYFV-2021).
Una instancia enfocada a resaltar la importancia de consumir estos alimentos y optimizar su producción hasta llegar a cero desperdicio de alimentos y frutas y utilizar los recursos necesarios para el cultivo y procesamiento.
Sin duda una oportunidad sin precedentes para llamar la atención sobre la importancia de este tipo de alimentos en nuestra nutrición y la necesidad de promover su producción y consumo dentro de un marco de sustentabilidad y prácticas de cero desperdicio de alimentos y frutas. Cabe destacar sus principales características.
Sensibilizar sobre los beneficios de consumir frutas y verduras para la nutrición y la salud
La ingesta de frutas y verduras proporciona importantes beneficios para la salud y la nutrición, como fortalecer el sistema inmunológico, estimular el crecimiento y el desarrollo de los niños, promover la longevidad y mejorar la salud mental y cardiovascular.
También ayudan a reducir el riesgo de cáncer, previenen todas las formas de desnutrición y contribuyen a la promoción de dietas y estilos de vida diversificados y equilibrados.
A pesar de estos beneficios, la mayoría de las personas no consumen suficientes frutas y verduras, que es al menos 400 gramos por día.
El llamado a los miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversas entidades internacionales y regionales -como la sociedad civil, el sector privado y la academia-, es impulsar acciones que promuevan su producción y consumo, como campañas de educación en este respeto y subsidios a los consumidores.
Esto también implica incrementar la disponibilidad de frutas y verduras mediante la promoción de buenas prácticas agrícolas y la solución de problemas de distribución, generalmente vinculados a la falta de infraestructura en las zonas rurales y al uso responsable de los recursos.
Promover la producción enmarcada en el desarrollo sostenible
Según el documento de la IYFV, la producción mundial de frutas y hortalizas aumentó casi a la mitad entre 2000 y 2018. Sin embargo, sigue siendo una cifra relativamente baja para satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de la población mundial, ya que solo asegura 390 gramos por persona. aunque aquí se consideran porciones no comestibles (corazón y piel), además de pérdidas y desperdicios.
De la mano de la promoción del consumo, es necesario impulsar la producción agrícola en un marco de prácticas más eficientes y sostenibles para utilizar menos agua, fertilizantes y pesticidas. Algunas de las posibilidades son:
- Mejora de semillas y material vegetal.
- Riego adecuado.
- Manejo integral de plagas.
- Rotaciones de cultivos y cultivos intercalados.
- Producción integrada con la ganadería.
- Enmiendas de suelo ecológicas.
- Reducción de labranza.
- Agricultura orgánica.
Además, para que la producción sea sostenible, es prudente implementar tecnologías sofisticadas que ayuden a combatir los riesgos a lo largo del ciclo del cultivo, mejorando la productividad, el rendimiento y la calidad del producto.
Para ello, es prudente apoyar o financiar a los pequeños agricultores ya que se trata de herramientas que suelen requerir importantes inversiones y están disponibles solo para grandes productores comerciales, en su mayoría dedicados al mercado de exportación de frutas (fruta de exportación) o procesamiento industrial.
Optimizar mercados y cadenas de valor
Las frutas y verduras pueden dar como resultado altos rendimientos por hectárea. Si se trabaja adecuadamente, la optimización de los mercados y las cadenas de valor podría ayudar a reducir la pobreza y los problemas de nutrición de manera significativa.
Debido a que es perecedero, la mayor parte de la producción de frutas y verduras se comercializa para el mercado nacional local. Sin embargo, es de vital importancia fortalecer las exportaciones (exportación de frutas) como motor de la expansión del sector de frutas y hortalizas al tiempo que se promueve la producción y los mercados locales.
Para ello, es necesario desplegar soluciones que permitan incrementar la vida útil de frutas y hortalizas, potenciando las posibilidades de los productores y aumentando la rentabilidad de los cultivos.
La reducción de pérdidas y desperdicios (cero desperdicio de alimentos / desperdicio de frutas)
Para eliminar las causas de pérdida y desperdicio en la cadena productiva de frutas y hortalizas, es necesario considerar factores como:
- Falta de tecnología e infraestructura.
- Mala formación de los operadores que manipulan frutas y verduras.
- Almacenamiento y transporte inadecuados.
- Manejo excesivo durante la venta al por menor.
- Enfoques rudimentarios.
- Capacidad técnica limitada.
- Infraestructura inadecuada (caminos de acceso, agua potable, electricidad, etc.).
- Rechazo de «frutos feos» en la etapa de venta, incluso si están perfectamente sanos y aptos para el consumo.
Al eliminar o reducir estos elementos, evitando el desperdicio y el mal uso de los recursos, se optimiza la producción en general, aumentando así la rentabilidad de las inversiones. Además, todo lo anterior redunda en un aumento de la cantidad de alimentos, algo clave para combatir el hambre a nivel mundial.
Se requiere una gestión adecuada a lo largo de todo el ciclo del cultivo y la cadena de suministro para reducir las pérdidas y el desperdicio, donde las tecnologías innovadoras como los recubrimientos naturales juegan un papel decisivo.
Los recubrimientos naturales como Shel-Life hacen que las frutas y verduras tengan una vida útil más larga. Es una cobertura a base de extractos naturales y polímeros vegetales (libres de derivados del petróleo) que previene la deshidratación y el crecimiento de microorganismos.
Shel-Life también ayuda a garantizar la seguridad y la calidad de los alimentos. En este sentido, es necesario aplicar estándares de calidad empresarial y normativas técnicas para asegurar la calidad óptima del producto y evitar desperdicios relacionados con daños o malas prácticas que impidan su venta.
El Año Internacional de las Frutas y Hortalizas recuerda la necesidad de adoptar medidas a nivel nacional para aumentar la producción y el consumo de frutas y hortalizas y hacerlas más asequibles para los consumidores, creando al mismo tiempo beneficios económicos y sociales y promoviendo el desarrollo sostenible.
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