Los días 15 y 16 de septiembre se llevó a cabo en Monterey, California, el «Organic Produce Summit 2021«. El evento inicialmente programado para el año pasado fue cancelado debido a la pandemia. Sin embargo, esta vez reunió a más de 1200 profesionales agroalimentarios, mostró muchos productos orgánicos, reveló tendencias clave (recubrimientos orgánicos, por ejemplo) y llevó a la mesa discusiones de interés crítico para la industria. Una de estas instancias fue la conversación «Oportunidades y obstáculos para los productos orgánicos post-covid«. Moderado por Randy Riley, copropietario de GoldenSun Insights y experto en la industria de la tecnología agrícola, contó con figuras destacadas del mercado orgánico:

  • Heather Fuller, vicepresidenta de ventas de Braga Fresh (productores orgánicos).
  • Ricardo Crisantes, director comercial de Wholesum (productores orgánicos).
  • Robby Cruz, gerente de productos agrícolas de Sprouts Farmers Market (un minorista de alimentos naturales).

La charla, que se centró en los alimentos del futuro después de la pandemia, destacó el panorama cambiante del comercio minorista y la fabricación, explorando cómo se ve la «nueva normalidad» y cómo ha cambiado el mercado en áreas críticas.

Cambios en la cadena de suministro

La pandemia y los inconvenientes logísticos generados por las restricciones de movilidad han creado un desafío para la cadena de suministro: ser mucho más resistente, ágil y receptiva. Esto implica optimizar la comunicación entre todos los actores de la cadena, desde los productores hasta los minoristas, incluidos los exportadores orgánicos, que son cada vez más relevantes en el mercado.

Dicha comunicación implica alinear los objetivos entre todos los actores de la cadena de suministro y discutir los alimentos futuros y los factores críticos como el aumento de los costos, los desafíos que deben superar los minoristas y la satisfacción de las necesidades de los consumidores.

Por supuesto, los protocolos sanitarios y de confinamiento obligaron a los minoristas a crear estrategias para entregar productos de manera segura, conveniente y rápida. Entre ellos, el que tomó fuerza fue el «Drive-Up» o Pick Up, en el cual el consumidor compra a través del canal online, acude a una tienda física, y estaciona su vehículo en un lugar designado para recoger los productos.

El enfoque, al final, debe estar en entregar valor al comprador a lo largo de toda la cadena de suministro, aprovechando tanto las ventajas de la industria agtech como las posibilidades que ofrece el eCommerce y la sociedad digital en general.

eCommerce y productos orgánicos

La pandemia impulsó las ventas en línea de productos orgánicos. Sin embargo, y como se señaló en la discusión, esto no es una moda pasajera sino una tendencia que llegó para quedarse y plantea varios desafíos para los productores, minoristas y exportadores orgánicos:

  • Repensar la cadena de suministro y la logística para responder a las demandas de velocidad y conveniencia requeridas para el comercio electrónico fue, por supuesto, la innovación es una de las claves.
  • Mejorar el marketing digital y la narración de historias para comunicar el valor agregado de los productos comercializados de manera efectiva.
  • Implementar una serie de herramientas y estrategias omnicanal para brindar una buena experiencia de compra.

Además, el crecimiento del eCommerce no se detendrá, y la industria deberá adaptar sus procesos a esta realidad sin descuidar las estrategias de venta y merchandising en las tiendas físicas porque, a pesar del auge de las compras online, seguirá habiendo consumidores que prefieran comprar en tiendas.

Comportamiento de compra del consumidor

2020 fue un año sin precedentes en el que el sector agroalimentario experimentó un crecimiento importante, especialmente en los productos orgánicos, cuyas ventas globales crecieron entre un 25% y un 100%, según una investigación de Ecovia Intelligence.

Esa tendencia de crecimiento ha estado vigente desde 2009. De hecho, solo en 2019, las ventas globales de productos orgánicos reportaron aproximadamente $ 110 mil millones en ingresos, impulsadas por consumidores cada vez más conscientes del papel de la industria alimentaria en la salud y el medio ambiente.

Como parte de la discusión, los expertos enfatizaron que los consumidores de hoy son cada vez más conscientes y preocupados por su salud, el bienestar del planeta e incluso la equidad social y la justicia. Además, la preponderancia de los trabajadores agrícolas durante la pandemia también fue parte del debate, dejando en claro que su papel en la sociedad es de una necesidad crítica.

En esta línea, se evidencia un cambio en los factores de decisión de compra del consumidor: cuanto más saludable, sostenible y responsable es el producto, más puede interesar al consumidor, hasta el punto de pagar más.

El papel de la sostenibilidad

De acuerdo con lo anterior, los productores y vendedores deberán mostrar a sus audiencias objetivo cuán sostenibles son sus productos y cómo están ayudando a proteger los recursos naturales.

Es una tarea difícil porque, aunque se trate de alimentos naturales y orgánicos, la producción de alimentos siempre pasa por utilizar recursos como el agua o la tierra, incluidos los envases y procesos necesarios para llevarlo del cultivo a la mesa del consumidor.

Mano de Obra

Como se señaló anteriormente, durante la pandemia, la población mundial se volvió más consciente del valor de los trabajadores agrícolas. Por tanto, las empresas del sector necesitan destacar su responsabilidad social y establecer líneas de comunicación eficientes y bidireccionales que contribuyan tanto al crecimiento empresarial como al bienestar laboral.

En este punto, vale la pena señalar que la industria agrícola se enfrenta a un desafío importante: una creciente escasez de mano de obra. Solo en los Estados Unidos, se espera que los trabajadores empleados en el sector crezcan solo un 1% de 2019 a 2029, más lento que el promedio para todas las ocupaciones, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.

Este es un problema grave porque, si bien la innovación y la tecnología son actores cada vez más importantes en el mercado orgánico, el factor humano siempre será necesario para una productividad óptima.

PolyNatural: recubrimientos orgánicos como solución concreta a los desafíos alimentarios

Al comprender la importancia de extender la vida útil de los alimentos, lo que implica una disminución en el desperdicio de alimentos y la huella de carbono, PolyNatural ha desarrollado una solución central para la industria agtech actual: Shel-Life.

Es una emulsión 100% natural (a base de plantas) producida con extractos naturales, lípidos y polímeros vegetales que, al aplicarse a la fruta, crea un recubrimiento para mantenerla en buen estado y evitar el desperdicio de alimentos controlando la deshidratación y el crecimiento de microorganismos.

Shel-Life es un producto ideal para aumentar la vida útil de las frutas de forma natural a lo largo de la cadena de suministro, especialmente en frutas de exportación, permitiendo a los productores y exportadores aumentar la rentabilidad de las operaciones y alinearse con la tendencia de hacer procesos más sostenibles en la industria alimentaria.

Dejando de lado las ceras sintéticas, derivadas del aceite, es posible ofrecer un producto saludable, seguro y sostenible. Aquí cabe destacar que Shel-Life ha ayudado a ahorrar 157,041 metros cúbicos de agua y evitado el desperdicio de 273,6 toneladas de desarrollo en la exportación de frutas, lo que permite comprender el impacto positivo de este producto en el mercado y el planeta.